Como lo que más les gusta es experimentar y mancharse las manos hemos hecho un taller en el que, en primer lugar, han puesto semillas en un envase, entre algodones, para poder ver cómo en poco tiempo le salen las raíces y el tallo. Han aprendido todo lo que necesitan para que crezca : luz , aire y agua.
Cuando crecieron las trasplantamos a un envase con tierra para que siguieran creciendo y cuando sean grandes se las llevarán para poderlas plantar en sus casas.